Después de un duro año de trabajo, no vemos el momento de dar comienzo a nuestras ansiadas vacaciones y por fin descansar. Pero a veces las cosas se complican y organizarlas se convierte en un auténtico quebradero de cabeza.
Para garantizar el éxito de tus vacaciones no olvides incluir algunas herramientas Lean en tu equipaje de viaje:
1.SMED: Deja todo reservado, el depósito de gasolina lleno y el equipaje preparado antes de salir para que todo esté listo en el momento necesario para su uso y así evitar que cualquier contratiempo pueda interrumpir tu descanso.
2.TPM: Si vais a viajar en coche es muy importante realizar un pequeño mantenimiento antes de partir teniendo en cuenta que la persona más eficiente para hacerlo es aquella que conoce ese vehículo y lo utiliza a diario, puesto que conoce el estado en el que se encuentra. En caso de requerir un mantenimiento más exhaustivo, llévalo a un taller especializado. Viajaréis seguros y reduciréis la pérdida de tiempo debido a cualquier posible avería.
3.5’S:
- En ocasiones no podemos llevarnos en nuestro equipaje todo lo que deseamos, es importante obtener un criterio claro sobre qué es importante que nos llevemos y qué no.
- Rara vez no volvemos con un extra de equipaje cuando viajamos. No olvides dejar espacio para souvenirs, comida típica del destino, o ropa del Hippie Market si no quieres pagar por exceso de equipaje.
- Si ordenamos adecuadamente nuestra maleta, podremos aprovechar mejor el espacio y cabrán el doble de cosas, y sobre todo… Podremos localizarlas fácilmente.
4.GESTIÓN VISUAL: Es importante que cada uno tenga claro cuales son sus tareas antes de viajar para que no queden cosas sin hacer debido a malentendidos. Si hay alguien encargado de comprar los vuelos, llevar al perro al veterinario, apagar las luces y el gas de la casa, revisar el coche o hacer la compra.
Todo esto se puede plasmar en un tablero, mencionando a cada uno de los encargados de realizar dichas tareas, con fecha límite e indicadores, como el gasto estimado.
El Lean ayuda a mejorar la competitividad de las empresas, pero también es aplicable a la vida real. Si empleamos estas herramientas para mejorar los procesos productivos, ¿por qué no emplearlas para mejorar nuestras vacaciones?