Siempre hay que mantener el foco y realizar el lanzamiento del sistema de Mejora Continua sobre una línea piloto, nunca intentar implantar un sistema de mejora continua en toda la compañía a la vez, “el que mucho abarca, poco aprieta”.
Los propios resultados del piloto garantizan su expansión y aceptación en el resto de la compañía.
En muchas ocasiones, muchas empresas fracasan en su intento de aplicar sistemas de Mejora Continua porque intentan abordar estas nuevas metodologías y cambio cultural en toda la compañía a la vez.
Esto provoca que realmente el sistema se quede sin ser correctamente implantado y aceptado por la organización. De forma que no perdura en el tiempo. Las personas no llegan a hacer suyo estos métodos de trabajo.
Trabajar inicialmente sólo sobre un piloto dentro de la organización, permite que los resultados que se obtienen faciliten la aceptación por parte del resto de la organización. Se obtiene resultados desde el principio (“quick-wins”), que motivan al resto de la organización.